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¡Nuestro hijo es Diácono!
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Cuando
nuestros hijos cumplen doce años y se les confiere el Sacerdocio
Aarónico, más allá de la emoción que nos
embarga por semejante acontecimiento familiar, la ordenación,
verlos repartir la Santa Cena, empezamos a darnos cuenta que finaliza
una etapa de aprendizaje y comienza otra, tanto para ellos como para
nosotros. Están entrando a la adolescencia y debemos aprender
a ser padres de adolescentes, y si pensaban que serlo de niños
era un gran desafío, ¡prepárense! Durante los
siguientes años pondremos a prueba nuestra calidad de maestros.
Por un lado, al reconocer muchas cosas que tal vez dejamos de enseñarles
cuando eran niños; por otro, al tener que poner en práctica
lo que tantas veces mencionamos del Profeta José Smith: "Les
enseño principios correctos y ellos se gobiernan a sí
mismos", y luego orar y suplicar que usen bien su albedrío,
y si no lo usan bien, ¡volver a enseñar! De haber errores,
estar cerca para ayudarlos, contenerlos, enseñarles con amor
los pasos del arrepentimiento y dándoles el ánimo para
seguir intentando. |
Las
reglas y la disciplina de nuestro hogar, que cuando eran niños
aceptaban fácilmente, seguramente empezarán a ser cuestionadas
y las charlas y entrevistas nos exigirán más tiempo
y mejores explicaciones.
Sin embargo, las promesas que tenemos como padres de recibir inspiración
y fortaleza se hacen evidentes cuando buscamos ayuda y sabiduría,
y vienen a nuestra mente muchas ideas para hacer frente a nuestra
graduación como padres. Seis años después recibirán
el Sacerdocio de Melquisedec y a los diecinueve saldrán a la
misión. Cuando regresen, serán mayores de edad y se
lanzarán a la vida (aunque por algunos años puedan seguir
viviendo con nosotros).
Será conveniente que aprendamos bien las cosas que tenemos
que enseñarles, para que nuestro mensaje sea el mismo que les
daría el Señor estando en nuestro lugar. Para ello,
además de nuestra propia instrucción, hay materiales
muy útiles para leer que podemos adquirir en los Centros de
Distribución o verlos online. Entre ellos: "Para
la fortaleza de la juventud" y la "Guía
para padres y líderes de la juventud". |
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Es
útil, para que nosotros entendamos la autoridad de ellos, leer
y reflexionar sobre la sección 13 de Doctrina y Convenios.
Nuestro mensaje, sea por la palabra o por ejemplo, debe ser correcto.
Cuando los jóvenes reciben dobles mensajes hay conflictos rondando. |
También
será nuestro papel enseñarles la importancia de ser
responsables, del estudio, del trabajo y del servicio. Las palabras
no son suficientes y es importante que tengamos actividades conjuntas
en las que podamos aplicar lo enseñado. Muchas veces habrá
que mostrarles como hacer las cosas y luego supervisar como lo hacen
ellos.
Todavía recuerdo muchas horas compartidas con nuestros hijos
(y ellos también) realizando juntos trabajos de todo tipo .
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Enseñarles
a usar ciertas máquinas de carpintería y después
verlos como las usaban resultó toda una satisfacción
(y no voy a negar que a veces un poco de sufrimiento). Así
con otros trabajos propios del mantenimiento del hogar o que el negocio
requería.
También fueron importantes para aplicar lo enseñado
las actividades recreativas; desde ir de campamento, jugar al fútbol,
ir a pescar o escalar un cerro. Todos esos tiempos juntos brindaron
oportunidades para conversar, divertirnos, conocernos y entender situaciones.
Quizás una de las visiones fundamentales que podemos darles
durante esta etapa es la importancia que tienen ellos, aún
siendo tan jóvenes, al ser poseedores del sacerdocio.
Es la edad clave para enseñarles lo que eso significa y ayudarlos
a que cumplan con sus responsabilidades. El programa
de metas para obtener el premio Mi Deber a Dios es una buena herramienta
porque abarca todas las áreas de su vida, y les inculca el
buen hábito de fijarse metas (algo que tal vez nosotros necesitemos
hacer también para servirles de ejemplo). |
Muchas veces escuchamos sobre como se debe respetar a los poseedores
del sacerdocio, pero en nuestro caso, como padres, es clave enseñarles
como honrar y respetar el llamamiento en el sacerdocio que ellos mismos
poseen, y allí entra dignidad, responsabilidad y servicio,
no sólo en lo referido a asignaciones de la Iglesia, sino también
en el área familiar y de la comunidad. Lo que hace grande nuestro
llamamiento en el sacerdocio no es recibir sino dar.
El élder Stephen L. Richards dijo “Por lo general,
el sacerdocio se define sencillamente como ‘el poder Dios conferido
al hombre’. Creo que esa definición es correcta, pero
me gusta definirlo en términos de servicio y con frecuencia
lo llamo el ‘plan perfecto del servicio’.”
(Liahona julio 1992, pág. 54)
El élder Dallin H. Oaks dijo: "La autoridad del sacerdocio
se ejerce tanto en la familia como en la Iglesia. El sacerdocio es
el poder de Dios que se utiliza para bendecir a todos Sus hijos, tanto
hombres como mujeres." (Liahona noviembre 2005, pág.25-26)
Un poseedor del sacerdocio es una persona con la capacidad de bendecir
a sus semejantes a través del servicio. |
El
desafío de ser padres de hijos en edad de tener el Sacerdocio
Aarónico es muy grande. Tres horas de reuniones el domingo
y algunas entrevistas no pueden igualar nuestra oportunidad diaria
para darles la visión correcta a quienes tienen el potencial
de ser un líder en esta vida y un Dios en la eternidad. |
Líderes
jóvenes del pasado |
Anterior
a los 12 años |
- Noé
tenía 10 años de edad cuando recibió
el sacerdocio (DyC 107:52)
- Mormón
tenía 10 años cuando Ammarón le dio
asignaciones importantes relacionadas con los anales sagrados
(Mormón 1:2)
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Edad
de Diáconos |
- Jesús
tenía 12 años cuando habló a los doctores
en el templo y respondió sus preguntas (Lucas 2:46)
- Anthon
H. Lund fue llamado a una misión cuando tenía
trece años de edad. Más tarde sirvió
veinte años en la Primera Presidencia
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Edad
de Maestros |
- Mormón
tenía 15 años cuando fue visitado por el Señor
(Mormón 1:15) El mismo año fue puesto como
líder de los ejércitos de los nefitas (Mormón
2:2)
- José
Smith tenía catorce años cuando recibió
la Primera Visión (José Smith Historia 1:7)
- Joseph
F. Smith tenía quince años cuando fue llamado
a servir una misión en Hawai
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Edad
de Presbíteros |
- José
Smith tenía diecisiete años cuando fue visitado
por Moroni
- Matthew
Cowley fue llamado a ser misionero a los diecisiete años.
Más tarde sirvió como un apóstol.
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Estilo SUD, 28 febrero
2009 |
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