Descubrimos
algo de nosotros mismos cuando aprendemos sobre nuestros antepasados. |
Relato |
El
milagro de mi historia familiar
Por Matthew Mangum - Basado en una historia verídica |
Papá
había estado muy ocupado con la obra de historia familiar;
me encantaba oír acerca de mis
antepasados que habían sido pioneros, de los que habían
peleado en la Guerra de Independencia, y de los que habían
sido reyes y caballeros en Europa.
“¿Te gustaría ir conmigo a la Biblioteca
de Historia Familiar el sábado?, me preguntó papá
un día.
“¡Claro que sí!” Me moría de
ganas de ver por mí mismo escritos en nuestro árbol
genealógico los nombres de la realeza.
Llegamos a Salt Lake City y disfrutamos del brillo del sol de
la mañana de verano al caminar hacia la biblioteca.
La emoción que sentía se hacía cada vez
más grande al ir acercándonos; adentro de ese
gran edificio se encontraban los nombres y las historias de
mi propia familia: pioneros, soldados, caballeros y demás.
Al llegar, papá colocó dos sillas frente a la
computadora; nos sentamos, y él empezó a navegar
por las bases de datos para mostrarme el punto donde los lazos
de nuestra familia se conectaban con una línea de la
realeza.
“Hmmm”. Frunciendo el entrecejo, dijo: “Por
alguna razón hoy no la encuentro”. |
Yo me sentí muy decepcionado. El resto de la mañana
lo pasamos repasando los libros en los que había historias
en cuanto a mis antepasados pioneros. Me gustó hacerlo,
pero aún deseaba saber en cuanto a mis otros antepasados.
“No te preocupes”, dijo papá, “volveremos
el próximo fin de semana”.
La semana se pasó volando, y no tardamos en estar sentados
de nuevo frente a la computadora en la Biblioteca de Historia
Familiar. Esta vez, papá dijo: “¡Ajá!”,
lo encontré”.
Se desplazó a través de nombres de reyes y reinas
de toda Europa que se encontraban registrados en mi historia
familiar. Había tantos nombres y fechas que tomaría
muchos días ingresarlos todos en nuestra historia familiar.
“Tendremos que regresar muchas veces para
conseguir toda la información que necesitamos”,
dije.
Una mujer que estaba sentada frente a una computadora al lado
de nosotros echó una mirada y vio lo que estábamos
haciendo. “Yo también estoy emparentada con esa
línea”, dijo. “He estado trabajando aquí
todos los días para conseguir información sobre
esos antepasados”.
En unos minutos, ella copió en un disco toda la información
que tenía y se la entregó a papá.
Cuando regresábamos al auto, pensé seriamente.
“Nuestro Padre Celestial en verdad desea que encontremos
a nuestros antepasados, ¿no es así, papá?”
Él sonrió. “Creo que tienes razón.
|
|
Si hubiéramos
encontrado a los antepasados que buscábamos la semana
pasada, tal vez hoy no hubiéramos conocido a nuestra
nueva amiga, y si no la hubiéramos conocido, no habríamos
podido encontrar tan rápido a tantos antepasados”.
Sabía que nuestro Padre Celestial nos había
ayudado a descubrir en una mañana casi el equivalente
de mil años de trabajo de historia familiar. Él
ama a nuestros antepasados tanto como nos ama a nosotros.
Era necesario que los ayudáramos al igual que Él
nos había ayudado
a nosotros, y para ello debíamos indagar sus nombres,
saber en cuanto a su vida, y asegurarnos de que se efectuara
la obra por ellos en el templo. Algún día los
conoceremos y podremos ser una familia eterna. |
Tomado de Liahona febrero de 2008 |
Conceptos
para aplicar |
- Debemos
interesarnos en nuestros antepasados
- Podemos
bendecir a nuestros antepasados al hacer ordenanzas por
ellos en el templo
- Nuestro
Padre Celestial nos ayudará en nuestra búsqueda
|
Escrituras |
- Moisés
6:8
- DyC
128:15
- Moisés
1:39
|
Cita |
“A
todas las familias aconsejo: Escudriñen sus orígenes.
En la medida de lo posible es importante que conozcamos a
los que nos precedieron. Descubrimos algo de nosotros mismos
cuando aprendemos sobre nuestros antepasados”.
(Pte. Thomas S. Monson, Liahona, mayo de 2005,
pág. 2)
|
Himnos |
Canciones
para los niños |
Escuchar |
Leer |
99
- Me encanta ver el templo |
|
|
100 - Estoy haciendo mi historia familiar |
|
|
Himnario |
|
|
184 - Id, oh santos, a los templos |
|
|
195
- Las familias pueden ser eternas |
|
|
|
|