Templo
Recibimos inspiración y fortaleza

En el Templo podemos recibir inspiración, fortaleza y entender mejor la voluntad del Señor.

Relato
Ella fue mi respuesta
Por Dori Wright

Un día nublado de hace muchos años, mi amiga me llamó para pedirme que la acompañara al Templo Jordan River, Utah. No estaba segura de querer salir, ya que me sentía oprimida por las cosas del mundo.

Sentía que no valía nada y, entre otras cosas, sentía que en el barrio no se me necesitaba. Tras vacilar un poco, acepté la invitación de mi amiga, con una oración en el corazón para pedir que al hacer la obra del Señor, Él me ayudara a encontrar la paz mental y una respuesta a mis oraciones.Disfruté de la sesión en el templo pero no sentí ninguna respuesta concreta a mi petición de ayuda. Después de haberme preparado para irme y mientras esperaba a mi amiga, una mujer en silla de ruedas chocó contra mí. Al agacharme para aliviarme el dolor de la pierna, oí que decía con una voz dulce: “Lo siento. Discúlpeme”. Me acarició la cabeza. “¿Se encuentra bien, hermana?”. Levanté la vista y encontré un rostro angelical lleno de amor; ella me miró a los ojos y, apretándome tiernamente la mano, dijo: “Esta Iglesia la necesita, y hay tantos que precisan de su amor. Sirva a los demás y ellos la servirán a usted. En el reino del Señor a usted se le necesita, se le quiere y se le ama”.
Los ojos se me llenaron de lágrimas y lloré durante unos minutos mientras ella me acariciaba la cabeza. Al recobrar la compostura, me sequé las lágrimas de gozo y le dije: “Usted ha contestado mi oración”.

Me di cuenta de que hablaba con Camilla Eyring Kimball, cuyo esposo, el presidente Spencer W.
Kimball (1895–1985), había dicho: “Dios nos ve y vela por nosotros; pero, generalmente es por intermedio de otra persona que Él atiende a nuestras necesidades” (“La vida plena”, Liahona, junio de 1978, pág. 3). Hallé las fuerzas para volver a casa con gozo y dar de mi amor a partir de
ese día. Jamás olvidaré la paz que recibí y la inesperada respuesta a mi oración aquel glorioso día en la casa del Señor.

Tomado de Liahona julio de 2004
Conceptos para aplicar
  • El Templo es el lugar ideal para meditar en cuanto a nuestras preocupaciones
  • Paz y consuelo es algo que podemos buscar en el Templo
  • En el Templo podemos entender mejor la voluntad del Señor
Escrituras
  • DyC 109:22
  • DyC 109:14-15
  • DyC 109:8
Cita

‘El templo constituye un entorno maravilloso para procurar revelación personal. Cuando asistimos tan a menudo como podamos y escuchamos con atención, reflexionando en las gloriosas promesas y expectativas relacionadas con la eternidad, salimos con un elevado entendimiento del plan de nuestro Padre Celestial para nosotros. El Espíritu Santo expande nuestra visión y permite que esa perspectiva eterna influya en las decisiones que tomamos en nuestra vida cotidiana.’
(Élder Keith K. Hilbig, Liahona noviembre 2007, pág.39)

“Aquí, abajo, en la tierra, fuera de la sagrada presencia de Dios, están las cosas que se pueden comprar con dinero, las cosas que llamamos los honores de los hombres y las cosas que nos esforzamos por obtener y que al parecer consideramos ser lo más importante. Pero [el templo] es donde nos remontamos a las alturas hasta llegar muy alto, por encima del humo y de la niebla de estas cosas terrenales y aprendemos a guiarnos por las estrellas eternas de Dios para buscar el rumbo que nos conducirá sanos y salvos de regreso a casa”
(Pte. Harold B. Lee, Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia, pág.109)

Himnos
Canciones para los niños 
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Leer
99 - Me encanta ver el templo
73 - El Señor me dio un templo
Himnario
160 - Tu casa amamos, Dios
184 - Id, oh santos, a los templos


Novedad para los niños
 
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