Ayudar
a los demás es una experiencia única que nos
reconforta y nos acerca a Jesucristo |
Relato |
El
carrito vacío
Por el Pte. James E. Faust |
Hace
algunos años, un quórum de presbíteros
decidió reunir alimentos para los necesitados como proyecto
de servicio. Jim, uno de los presbíteros, estaba emocionado
de poder participar y estaba decidido a juntar más alimentos
que los demás. |
Llegó
el momento de que los presbíteros se reunieran en la
capilla. Todos salieron al mismo tiempo y regresaron a una
hora determinada por la tarde. Para sorpresa de todos, el
carrito de Jim estaba vacío. Él estaba un poco
serio y algunos de los jóvenes se burlaron. Al ver
esto, como sabía que Jim tenía un interés
especial en vehículos, el asesor le dijo: “Acompáñame
afuera, Jim. Quiero que veas mi automóvil; me está
dando algunos problemas”.
Al llegar afuera, el asesor le preguntó a Jim si estaba
molesto. Él dijo: “No, en realidad no; pero cuando
salí a juntar los alimentos, realmente recibí
muchos. Mi carrito estaba lleno, pero de regreso a la capilla
me detuve en la casa de una mujer divorciada que no es miembro
de la Iglesia pero que vive dentro de los límites de
nuestro barrio. Toqué a su puerta, le expliqué
lo que estábamos haciendo y me pidió que pasara.
Empezó a buscar algo para darme. Abrió el refrigerador
y pude ver que estaba casi vacío. Las alacenas estaban
vacías. |
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Finalmente encontró una pequeña lata de duraznos.
“Yo casi no podía creerlo. Tenía todos
esos niños a su alrededor que necesitaban alimento
y ella me entregó la lata de duraznos. La tomé,
la puse en mi carrito y seguí mi camino. Iba a medio
camino cuando sentí un calor que me envolvía
y supe que debía regresar a esa casa. Le di toda la
comida”.
El asesor dijo: “Jim, nunca olvides cómo te sentiste
esta noche, porque de eso se trata todo esto”. Jim había
probado el nutriente del servicio desinteresado. |
Tomado de Liahona octubre de 2007 |
Conceptos
para aplicar |
- Debemos
interesarnos en los demás y orar por ellos
- Dar
a nuestro prójimo nos asemeja a Jesucristo
- El
Señor nos bendice cuando somos generosos
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Escrituras |
- Moroni
7:44-47
- Jacob
2:18-19
- DyC
4:5-6
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Cita |
“Debemos
sembrar en nuestro corazón la semilla de la caridad,
el amor puro de Cristo. El es el modelo perfecto de caridad;
su vida entera, y en particular su sacrificio expiatorio,
es una lección de caridad. Cada uno de sus actos refleja
un amor absoluto e inequívoco por el género
humano y por cada uno de nosotros. Su ejemplo nos enseña
que la caridad significa dejar de lado los intereses personales,
en forma totalmente voluntaria, y preocuparnos por el bienestar
de los demás. Considero que nuestro progreso hacia
la exaltación y la vida eterna dependen de cuán
bien aprendamos y cumplamos con el principio de la caridad,
la que debe convertirse en una predisposición de la
mente y del corazón para que nos guíe en todo
lo que hagamos”.
(Élder Joseph
B. Wirthlin, Liahona julio de 1989, págs. 9 -10)
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