Siempre
debemos recordar que vinimos a la tierra con el objetivo de
volver a la presencia de nuestro Padre Celestial |
Relato |
Recuerdo
aquellas palabras
Por Trista Crossley |
--¡Trista!
¿Tienes todavía la meta de ganar el reino celestial?
--me preguntó mi prima.
Su pregunta me tomó de sorpresa y balbuceé por
un momento mientras trataba de darme cuenta a que se refería.
Entonces me acordé que cuando habíamos ido a
visitarlos, el verano pasado, ella y yo nos habíamos
quedado conversando hasta tarde y, sin querer, habíamos
terminado hablando acerca de la Iglesia.
Mi
prima no sabía mucho en cuanto a nuestras creencias,
así que me dio una gran satisfacción cuando
me pidió que le explicara. La conté la historia
de José Smith, nuestras creencias, mis sueños
y mis temores, incluso mi meta de ganar el reino celestial.
Le expresé mi testimonio y le dije que sabía
que el evangelio es verdadero: Le dije además que deseaba
compartir la eternidad con un compañero especial y
tener a mis hijos conmigo. Ella me escuchó con atención
y me hizo muchas preguntas, las que contesté lo mejor
que pude. Cuando nos fuimos a dormir, ella pensaba en todas
las cosas que yo le había dicho y yo me sentía
satisfecha por la obra misional que había podido hacer.
Siete meses después, ahí estaba yo, sorprendida
por todo lo que mi prima recordaba de lo que yo le había
dicho.
--¿Y? --insistió, mirándome con atención,
esperando una respuesta.
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Tragué saliva y me quedé inmóvil mirando
fijamente por la ventana.
¿Tengo todavía la meta de ganar el reino celestial?--me
pregunté. Entonces pensé en los últimos
meses y me di cuenta que no me estaba esforzando mucho al
respecto.
Las calificaciones que había sacado en los estudios
podrían haber sido más altas, se había
roto la amistad que tenía con mi mejor amiga, las relaciones
familiares no eran tan buenas como solían ser, pero
lo peor de todo era que gradualmente me estaba volviendo inactiva
en la Iglesia.
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Hice un análisis breve
de mi vida y me di cuenta de lo vacía que había
sido en esos últimos meses. Me volví hacia mi
prima y en forma suave pero firme le dije, con lágrimas
en los ojos:
--Sí, todavía tengo esa meta.
Me siento muy agradecida por tener un Padre Celestial que
me ama lo suficiente para recordarme las metas que me he fijado
en la vida. Sé que con su ayuda podré ganar
el reino celestial. Ahora, cuando dudo, recuerdo aquellas
palabras: "Sí, todavía tengo esa meta",
y entonces no me cabe la menor duda que mi Padre Celestial
está conmigo.
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Tomado de Liahona setiembre de 1988 |
Conceptos
para aplicar |
- Lograr
la vida eterna debe ser siempre nuestro objetivo primordial
- Todas
las metas deben ayudarnos a cumplir la meta principal
- Nuestro
Padre Celestial nos ayuda a recordar nuestras metas y cumplirlas
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Escrituras |
- 2 Nefi
31:17-20
- DyC
14:7
- 1 Timoteo
6:12
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Cita |
“Muchas veces la forma más
difícil de seguir adelante está en tratar de
mantenernos firmes en nuestras metas, obligaciones y asignaciones.
¡Qué fácil es para algunos de nosotros
desviarnos de nuestro camino cuando lo inesperado y aparentemente
inmerecido surge en nuestra vida! La grandeza de una persona
se mide por la manera en que ésta reacciona ante los
sucesos que parecen ser totalmente injustos, desmedidos e
inmerecidos. A veces tenemos la tendencia de dejarnos vencer
por una situación, en vez de sobrellevarla. Sobrellevar
quiere decir aguantar, permanecer firme, sufrir sin desmayar,
seguir siendo uno mismo, o demostrar la voluntad o el poder
de perseverar.”
(Elder Marvin J. Ashton, Liahona octubre 1984, pág.
18)
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