Hoy
es el día para perdonar a los demás sus ofensas,
con la seguridad de que el Señor perdonará las
nuestras. |
Relato |
Perdoné
a mi hermano Por Diosaflor
Temblor |
Cuando
tenía 11 años, mi hermano y yo nos peleamos
y me negué a perdonarle. |
|
Durante tres largos años, él se esforzó
por ganarse mi perdón, pero yo seguía rechazándolo
y haciendo caso omiso de sus esfuerzos. Siempre me sentía
culpable, como si estuviera llevando la carga más pesada
de mi vida, pero era egoísta y tenía demasiado
orgullo como para admitir que estaba equivocada. No sé
cómo mi hermano pudo ser tan paciente conmigo.
Ahora tengo 14 años y hace poco se me dio la oportunidad
de prepararme para ir al Templo de Manila, Filipinas, para
hacer bautismos por los muertos.
Me
di cuenta de que tenía que hacer algo para arreglar
la situación con mi hermano. Yo quería arrepentirme
y recuperar su amistad, pero no sabía cómo hacerlo.
Cada noche pensaba en cómo decirle que lo sentía,
pero era demasiado tímida para hablar de ello con él.
Por varias noches luché por saber qué hacer
y, finalmente, después de orar al respecto, decidí
escribirle una carta.
La dejé en su cuarto antes de partir para el templo.
Me sentía como si flotara de la alegría; el
peso se me había quitado y estaba llena de dicha. Pero
más importante que eso era que me sentía digna
de entrar en la casa del Señor. Aprendí que
si hubiera prestado atención a las impresiones del
Espíritu Santo, habría perdonado a mi hermano
mucho antes; así que oré para que mi hermano
y el Señor me perdonaran por haber guardado rencor
durante tanto tiempo.
Me siento agradecida por el poder del perdón y porque
la expiación de Jesucristo puede ayudar a nuestra familia
a ser feliz de nuevo. |
Tomado de Liahona marzo 2002 |
Conceptos
para aplicar |
- El
rencor hacia una persona pone cargas pesadas sobre nosotros.
- Perdonar
es una decisión personal que no depende de lo que
hagan los demás.
- Cuando
perdonamos de corazón, nos asemejamos a Cristo.
|
Escrituras |
- Mateo
6:12
- DyC
64:10
- DyC
82:1
|
Cita |
“De todos los desafíos que
enfrentamos, quizás el mayor sea la equívoca
sensación de que la vida terrenal continúa indefinidamente
y su consecuencia: que podemos postergar hasta mañana
el pedir perdón y el perdonar que, según el
evangelio de Jesucristo, son dos de los propósitos
principales de la vida terrenal. En realidad, somos inmortales,
en el sentido de que la expiación de Cristo conquista
la muerte, tanto física como espiritual; y siempre
que hayamos vivido el hoy de modo que podamos reclamar la
gracia purificadora de la Expiación, viviremos con
Dios para siempre. Esta vida no es para obtener y acumular
sino más bien para dar y llegar a ser. La vida mortal
es el campo de batalla donde se enfrentan la justicia y la
misericordia; pero no tienen que hacerlo como adversarias,
pues se concilian en la expiación de Jesucristo para
todos los que utilizan el “hoy” sabiamente. Sólo
queda que ustedes y yo busquemos y ofrezcamos el perdón,
que nos arrepintamos y extendamos caridad a los demás,
lo cual nos permite pasar por la puerta que el Salvador mantiene
abierta, y así cruzar el umbral de esta vida a la exaltación.
Hoy es el día para perdonar a los demás sus
ofensas, con la seguridad de que el Señor perdonará
las nuestras. Puede que no lleguemos a la perfección
aquí, pero podemos ser misericordiosos y, al final,
el arrepentimiento y el perdón son dos de las cosas
primordiales que Dios requiere de nosotros.”
(Elder Lance B. Wickman, Liahona mayo 2008, pág. 104,105)
|
Himnos |
Canciones
para los niños |
Escuchar |
Leer |
52
- Saber perdonar |
|
|
80
- Muestra valor |
|
|
Himnario |
|
|
139
- Ama el pastor las ovejas |
|
|
193 - El hogar es como el cielo |
|
|
|
|