Entre sueños y realidades: Mi jornada como autor en la Feria del Libro
Nuestros sueños pueden hacerse realidad si los convertimos en metas, actuamos paso a paso superando cada etapa y disfrutamos del trayecto
En abril de 2023, mi viaje como autor todavía era un sueño, aunque estaba esforzándome para que se hiciera realidad. En ese mes fui por primera vez a la Feria del Libro de Buenos Aires y quedé impactada.
Esta feria es reconocida como uno de los eventos culturales más importantes a nivel mundial. Se realizó por primera vez en 1975 y año tras año ofrece al público un banquete para los amantes de la lectura durante tres semanas.
Durante esa visita, recién estaba en el proceso de escritura de mi libro “Corriendo al tiempo”. Pero en ningún momento se me cruzó por la cabeza que un día podría estar en ese mismo lugar, no simplemente caminando por esos hermosos pasillos, llenos de conocimiento, sino presentando mi propio libro.
Sueño cumplido
Este año 2024, a casi un año de haber publicado y presentado mi libro varias veces en distintos lugares, la editorial Tinta Libre me brindó la maravillosa oportunidad y privilegio de presentarlo en su stand e intercambiar opiniones con el público. Estar en una de las ferias más importantes del mundo. ¡Un sueño hecho realidad!
Seguramente te estarás preguntando ¿Cómo fue la experiencia? ¿Qué pasó? ¿Qué hice? Y muchas preguntas más que trataré de responder.
Ansiedad en la llegada
Llegué unos 10 minutos antes para garantizar que estaría a tiempo. El stand de Tinta Libre era el 159, en el pabellón azul. Allí debía presentarme y, como te imaginarás, la ansiedad era abrumadora. Por otro lado, sería la primera vez que vería al personal de la editorial en persona, ya que todo el proceso de edición y publicación de mi libro se había llevado a cabo por correo electrónico.
¡Al fin pudimos conocernos! Resultaron ser personas de fácil trato y muy agradables. Me mostraron el lugar que habían preparado para que pudiera firmar y entregar mis ejemplares con comodidad.
Contacto con el público
Claro que al principio no fue sencillo, ya que desde la mesa hacia adelante parecía haber una barrera que impedía a la gente acercarse. Sin embargo, luego de unos minutos que parecieron interminables, una sonrisa invitando a conversar fue suficiente para que las primeras personas se acercaran Así fue que muchas de ellas se llevaron su ejemplar firmado y una foto conmigo.
Expectativas superadas
Había llegado con la confianza de poder conversar con algunas personas, compartir mi experiencia y hablar sobre la temática del libro, y me imaginé firmando algunos ejemplares.
Pero mis expectativas fueron superadas porque no paré de hablar, de conocer e interactuar con personas que nunca había visto. Es fácil hablar de teorías filosóficas, pero hablar de sentimientos se vuelve complicado porque el verbalizar lo que pasa por nuestras mente y corazón, es hacer consciente aún más lo que nos ha pasado y está pasando. Y eso se aplica en relación con muchas cosas.
Ya se había acabado mi tiempo y hasta el último minuto continué autografiando libros y tomándome fotos con las futuras lectoras de Corriendo al Tiempo.
Nuevas puertas
Al finalizar mi experiencia y dando un cierre a ese momento, uno de los representantes de la editorial me comentó que estar en la feria del libro te hace enfrentar la realidad. Muchos escritores llegaban con altas expectativas, pensando que todos se acercarían y se llevarían un ejemplar, mientras que otros, sin darse cuenta de que ya eran escritores, caían al estar detrás de un escritorio enfrentando el público. En mi caso, esto significó la apertura de nuevas puertas que aún me eran desconocidas.
¿Cómo describo la experiencia?
Sin duda, fue una experiencia extraordinaria. Me sumergí en un viaje del que no hay retorno y que sinceramente no deseo que lo haya. Es maravilloso vivir experiencias que desafíen y fomenten el crecimiento en todos los aspectos de la vida. Y lo mejor aún es cuando nos permitimos ser sorprendidos y no perdemos la emoción ante las cosas. Es en ese momento en el que también aprendemos a ser más agradecidos por lo que nos sucede en la vida.
Al final, todo se trata de vivir en constante movimiento y no estar en la zona de confort para poder crecer en todos los aspectos de nuestra vida, permitirnos ser sorprendidos y mantener viva la esperanza. Disfrutamos del proceso y del momento en el que se va construyendo, no solo del resultado.
El desafío de escribir
El escribir mi primer libro, fue una experiencia extraordinaria, imposible de expresar mis sentimientos en palabras. Pero si sé, que lo logré dejándome sorprender, nunca tuve una actitud de superioridad, pero sí confié en que podría conseguirlo.
Escribir un libro no es cosa fácil de hacer, ya que se pasa por tres etapas y se dificulta poder conectarlas. La primera es procesar todos los pensamientos que van surgiendo, en relación a lo que deseamos y queremos escribir. La segunda es cuando llega el momento de plasmar todos esos pensamientos e ideas; es cuando la cosa se complica, porque creíamos tener la idea muy clara en la mente y resulta que no es tan así. Van surgiendo nuevos temas, enlaces, historias y ya no queda como pensábamos pero de a poco nos va gustando.
Por último, el último paso, en el que todo lo que pensábamos y plasmamos se va a ver proyectado ante personas que tal vez nos conocen, o creen conocernos. Muchas de ellas, que quizás ni sabían de nuestra existencia, llegan a través de esas líneas que uno escribe a percibir el mundo que creamos y describimos.
Los proyectos construyen nuestro futuro
En sí, al enfrentar nuevos proyectos, siempre nos vamos a encontrar con estos tres puntos, los cuales debemos seguir sin miedo y disfrutando del trayecto. Viviendo el hoy con expectativas de ganar experiencias y aprender.
En la obra musical “El hombre musical”, uno de los personajes principales, el profesor Harold Hill, dice: “Si acumulan suficientes mañanas, encontrarán que han coleccionado muchos ayeres vacíos” (Meredith Willson y Franklin Lacey, The Music Man, 1957).
Esa frase me llevó a que no dejemos para mañana lo que deseamos hacer hoy, disfrutemos del presente, porque el pasado ya pasó y el futuro, pero si no vivimos el hoy, el futuro se volverá pasado sin ninguna trascendencia en nuestra vida.
Sueños, metas y acción
No sé si logré describir completamente lo que sucedió en ese gran día. Espero que hayas podido imaginar el momento y comprendido la importancia de todo esto. Te animo a que persigas tus sueños y los conviertas en metas, disfrutando del trayecto, aunque sea largo. Permítete ser sorprendido a medida que se abren nuevos caminos. Hay que ser consciente de que no podemos controlarlo todo, pero sí podemos estar listos para aprovechar cada nueva oportunidad que se nos presente y disfrutarla.
Los comentarios están cerrados.