“Vamos al templo”, una invitación que no pude rechazar

Asistir con más frecuencia al templo sin duda nos mejora en todo sentido y hoy más que nunca puedo testificar de ello.

Hace un tiempo atrás me encontraba sumamente dolorido a raíz de una severa inflamación del nervio ciático. Un dolor punzante me impedía apoyar la pierna derecha y me sentía inseguro al caminar. Esta situación me llevaba a hacer reposo en la cama más de lo que estaba acostumbrado.

Una mañana, desde la cama, observé que mi esposa se preparaba para salir y quise saber a dónde iba.
“Al templo. ¿Querés venir?”—contestó con naturalidad. Pero, pensando en mi dolor, rechacé su invitación. Días después se repitió la escena y luego otra más, con la misma respuesta de mi parte.

Entonces sucedió una vez más, pero ante mi reiterada negativa, ella respondió: “¿Te vas a quedar toda la mañana ‘tirado’ en la cama?—e insistió—Vamos al templo. Levantate. Te alcanzo la ropa para que te cambies y vamos juntos al templo”. Su tono amable pero firme, no me dejó duda de lo que debía hacer y acepté. ¡Fuimos juntos a la Casa del Señor!

Debo reconocer que mis movimientos eran muy dificultosos y tenía temor de no poder moverme con libertad y tranquilidad. Al ingresar, oré con fervor y le supliqué al Señor que me bendijera para poder disfrutar de ese tiempo y sentirme fortalecido.

Asistir con más frecuencia al templo sin duda nos mejora en todo sentido.
Asistir con más frecuencia al templo sin duda nos mejora en todo sentido.

No sé bien en que momento sucedió, pero de pronto me di cuenta que me estaba moviendo con libertad y sin inconvenientes. Al ingresar al salón celestial, mis pasos eran normales y caminaba sin dificultad.

El Señor había escuchado mi oración y me sentía con fuerzas renovadas. Fue en ese momento, hace poco más de un año y medio, que con mi esposa decidimos ser obreros en el Templo y estamos muy felices por esa decisión sabia e inspirada. Nos sentimos con fuerzas que antes no teníamos y el Señor nos ha ayudado a ser mejores personas, padres y abuelos.

Asistir con más frecuencia al templo sin duda nos mejora en todo sentido. Hoy más que nunca puedo testificar de ello.

Los comentarios están cerrados.