La oración, un hábito en nuestras vidas

La oración es el puente mediante el cual nos acercamos a nuestro Padre Celestial; no cuesta nada; sólo requiere fe y esfuerzo.

Relato

“Orad Siempre”
(por élder L. Tom Perry)

¿Cómo se hace eso? Teniendo una oración en el corazón. No es necesario expresarla siempre en voz alta, pero hay muy pocas horas al día en las que no se precisa guía y dirección sobre el curso que debemos seguir. Es maravilloso y satisfactorio saber que el Señor está ahí las 24 horas del día, siete días de la semana. Él siempre está ahí para nosotros.

Recuerdo una experiencia que tuve en el cuerpo de los infantes de marina de los Estados Unidos, cuando regresábamos a la base tras una larga y pesada marcha obligatoria; estábamos cansados, hambrientos y muertos de sed. Los cocineros habían preparado una ensalada de pollo para darnos fuerzas hasta la cena. ¡Qué buen aspecto tenía!

Un amigo y yo nos deteníamos siempre para bendecir los alimentos antes de comer, y en aquella ocasión oramos mientras los demás empezaban a comer vorazmente. En pocas horas, todos los del grupo resultaron sumamente enfermos, excepto nosotros dos, los únicos que nos habíamos detenido para dar gracias al Señor. Obviamente, la mayoría de las oraciones no presentan resultados tan espectaculares.

Por lo general, la respuesta suele ser un sentimiento tranquilo y apacible sobre lo que es correcto. Ha habido muchas ocasiones en mi vida en las que la oración ha sido fuente de consuelo y seguridad.
Debemos acordarnos siempre de dar gracias. Nuestro Padre Celestial nos concede muchas oportunidades y bendiciones maravillosas. La mayoría de nuestras oraciones debieran ser expresiones de agradecimiento por lo que Él nos ha dado.

¿Cómo podemos cultivar el hábito de tener una oración en nuestro corazón?
Espero que en gran parte resulte del seguir el ejemplo de buenos padres. Si la oración forma parte de la vida cotidiana de los jóvenes, ellos gozan de un sentimiento cálido y cómodo al acudir al Señor. La oración nos brinda consuelo y es una práctica que todo niño acepta fácilmente.

Tomado de Liahona enero de 2004

Conceptos para aplicar

  • Siempre podemos tener una oración en el corazón
  • Agradecer debe ser una parte importante de la oración
  • La oración nos brinda consuelo y protección

Escrituras

  • DyC 19:38
  • Alma 37:37
  • 3 Nefi 20:1

Cita

“Arrodíllense cada mañana y cada noche y exprésenle la gratitud de su corazón; háblenle de las bendiciones que anhelan y necesitan. Nunca olviden que esta Iglesia comenzó con la humilde oración del joven José Smith en la arboleda de la granja de su padre… La oración es el puente mediante el cual nos acercamos a nuestro Padre Celestial; no cuesta nada; sólo requiere fe y esfuerzo. No hay nada más gratificante que arrodillarse en humilde oración; eso demuestra amor por Dios, el dador de todo lo que es bueno; demuestra respeto por nosotros mismos. No hay nada que reemplace la oración, ya que es la comunicación personal con Dios.”
(Pte. Gordon B. Hinckley, Liahona mayo 2007, pág. 115)

Himnos

Canciones para los niños
66 – Escudriñar, Meditar y Orar
6 – Oración de un niño

Himnario
65 – ¿Sin contestar?
81 – ¿Pensaste orar?

Los comentarios están cerrados.