Salud mental de la familia, un tema para estar atento
Tener una visión clara del aumento de los problemas de salud mental en las familias nos permitirá estar mejor preparados como padres.
Todos experimentamos los desafíos durante la pandemia de COVID-19 (2020-2022), una época que forzó a nuestras familias a adoptar medidas extremas para las cuales, probablemente, no estuviésemos completamente preparados. Aprendimos y enseñamos a lavarnos las manos varias veces por día, usar barbijos, cuidar las relaciones en el hogar, la gestión eficiente de los alimentos y tener reuniones dominicales en la casa. También, ganamos experiencia con Zoom, Skype y otras plataformas para comunicarnos a nivel familiar y laboral.
Mirando hacia atrás, es inevitable pensar que, de haber adoptado ciertas medidas con anterioridad, quizás hubiéramos enfrentado la situación con mayor preparación.
Aumento peligroso en los problemas de salud Mental
Desde hace algunos años, y en especial, después de la pandemia, prestigiosos organismos internacionales están advirtiendo que los problemas de salud mental de la población representarán un desafío significativo en los años venideros.
Hoy, la salud mental se ha consolidado como un pilar esencial del bienestar integral en la familia.
Algunas causas del aumento
Hay muchos factores que han incidido directamente en el aumento de estas situaciones, pero entre las principales se mencionan cinco:
1. Impacto de la Pandemia de COVID-19
La pandemia ha disparado los trastornos de ansiedad y depresión en todo el mundo. La incertidumbre económica, sumada al aislamiento social y al miedo al contagio han contribuido significativamente a este aumento.
2. Digitalización de las Interacciones Sociales
Desde la aparición de los teléfonos celulares y smartphones, nuestras vidas se han vuelto cada vez más digitales. Este fenómeno ha traído consigo beneficios indiscutibles, marcando un avance significativo a nivel global en múltiples aspectos. Sin embargo, a raíz de un desequilibrio en el uso, la calidad de las interacciones humanas ha disminuido considerablemente. Este deterioro puede conducir a sentimientos de soledad y aislamiento, los cuales son factores de riesgo significativos para el desarrollo de problemas de salud mental.
3. Crisis Económicas
Las crisis económicas traen consigo incrementos en el desempleo, inseguridad laboral y pobreza. Cuando estos problemas se prolongan año tras año, se instala una sensación generalizada de desesperanza que impulsa a las personas a buscar soluciones milagrosas. Sin embargo, estas “soluciones” están lejos de ofrecer una mejora real y, a menudo, terminan conduciendo a catástrofes personales y familiares. Tales circunstancias se convierten en factores de riesgo significativos para deteriorar la salud mental.
4. Desvinculación de principios y valores
Los principios y valores sirven como nuestras brújulas morales, orientando nuestras decisiones y comportamientos. Ofrecen un sentido de propósito, pertenencia y estabilidad en la vida. Desviarnos de estos pilares fundamentales puede llevarnos a enfrentar varios efectos negativos en nuestra salud mental.
5. Desvalorización de la familia
La familia, el núcleo fundamental de apoyo y desarrollo emocional, ha experimentado transformaciones significativas que han repercutido en la salud mental de sus integrantes.
La desvalorización de la familia ha provocado un declive en la percepción de la importancia de los lazos familiares y sus funciones tradicionales de apoyo, guía y protección. Como resultado, los miembros de la familia pueden sentirse aislados, incomprendidos y sin apoyo, factores que incrementan el riesgo de desarrollar problemas de salud mental.
¿Qué hacemos?
La responsabilidad de preservar la salud mental en la sociedad es un compromiso compartido que involucra tanto a los gobiernos como a las familias, cada uno jugando roles fundamentales y complementarios.
No es fácil lograr resultados rápidos en los gobiernos, pero nosotros, como padres y líderes, podemos tomar medidas en forma inmediata.
Como padres debemos esforzarnos por lograr ambientes seguros y acogedores, donde los diálogos abiertos sobre los sentimientos y las preocupaciones sean la norma, y donde el amor incondicional y el apoyo mutuo sean los pilares. En nuestra función de líderes podemos ayudar, asesorar, implementar las ayudas que la Iglesia ha preparado que ayudarán a prevenir.
Visión clara
Desde nuestro lugar se abren dos responsabilidades fundamentales
- Estar preparados individualmente para recibir inspiración, sin conflictos que interfieran en que el Espíritu Santo sea nuestro compañeros constante. Y, tal como dijo el presidente Russell M. Nelson en la conferencia general de abril de 2024, “en el templo podemos recibir la plenitud del Espíritu Santo”, por lo que el templo debe ser un lugar muy habitual para nosotros y la familia. Sería imprudente no aprovechar esta guía.
- Reconocer en nuestro corazón y en nuestra mente que no hay algo más importante en nuestra vida que la familia.
“Debemos recordar que nuestras relaciones familiares, aún más que nuestros llamamientos en la Iglesia, son el entorno donde se producirá la parte más importante de nuestro desarrollo. La conversión que debemos alcanzar requiere que seamos buenos esposos y padres, o buenas esposas y madres. La exaltación es una experiencia familiar eterna y las experiencias familiares terrenales que tenemos son la mejor manera de prepararnos para ella” (Élder Dallin H. Oaks, Conferencia general octubre 2000, “El desafío de lo que debemos llegar a ser”).
Tal vez estemos solos a cargo de nuestros hijos, o quizás suceda que en el rol de abuelos o tíos hayamos quedado con la responsabilidad del cuidado. Con más razón necesitamos ayuda divina para cuidar y proteger la familia. El Señor sabe de nuestra situación, de nuestras necesidades y de nuestros grandes esfuerzos mejor que nadie. Nos ayudará a mantener el rumbo correcto y pondrá en nuestro camino las manos de ayuda necesarias.
Empecemos hoy
Con esta visión clara, podremos hacer frente a nuestra responsabilidad de padres y madres, abuelos y tíos, en forma diligente, con las promesas de guía que surgen de los convenios realizados.
Así como seguramente buscamos inspiración para cuidar la salud física y espiritual, hagamos lo mismo con la salud mental y emocional y busquemos asesoramiento sobre cómo prevenir y reconocer señales de problemas.
Durante las próximas semanas estaremos publicando varios artículos que pueden servirnos de guía para cuidar la salud mental de nuestra familia.
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- 2021 – Lee lo que los líderes de la Iglesia han enseñado al respecto – Church News
- 2021 – Élder Erich W. Kopischke, Conferencia General octubre 2021, “Tratar sobre la salud mental”
Biblioteca del Evangelio
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