Luego de meses de intenso entrenamiento en el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (CeNARD), Melanie volvió a ganar la competencia nacional de natación en los 100 metros libres, bajando aun sus tiempos anteriores.
Melanie Estela Zanché nació el 16 de diciembre de 2001. Desde muy pequeña acompañaba al club a su hermana quince meses mayor, Magalí y a su madre, Sandra, de quien tomó la pasión por nadar.
A los tres años ya se notaba su placer por la natación; a los diez, su entrenadora observó la buena técnica que estaba desarrollando y le ofreció comenzar a entrenar todos los días. No fue una decisión fácil porque en ese momento sus tiempos libres eran ocupados por el estudio de piano en Conservatorio de Música y la práctica de tenis.
Luego de mucho análisis y teniendo en cuenta su afición por nadar, Melanie decidió aceptar la invitación de hacer entrenamiento competitivo y comenzó a dedicarse solamente a la natación, entrenando todas las tardes después del colegio. Cuando estaba en sexto grado de la escuela primaria, comenzó a competir como promocional. Los resultados la acompañaron desde un principio y estar en el podio, entre los tres primeros lugares, se hizo una constante en cada torneo.
Después de un año, sus resultados le permitieron federarse y comenzó a competir para la Federación de Aficionados de Natación del Norte de Buenos Aires (FANNBA). Esto demandó más esfuerzo y debió entrenar dos horas diarias para lograr mejores marcas en los torneos locales de la federación.
Teniendo 12 años fue convocada a participar del Torneo Nacional de Verano que se realizó en Mendoza y tuvo la experiencia de nadar en pileta olímpica, compitiendo con las mejores nadadoras del país. Aunque en esa oportunidad quedó muy lejos de las mejores, sintió que si se lo proponía podía mejorar y estar en el podio al año siguiente. Ese mismo año compitió en el Torneo Nacional de Invierno, en la ciudad de Paraná en Entre Ríos, donde obtuvo mejores resultados
Sin descuidar estudios ni responsabilidades como mujer joven
Fue un año de mucho esfuerzo, en el que debió entrenar duro de lunes a sábados, pero nunca descuidó sus estudios ni cumplimiento como mujer joven en la Iglesia.
A principio del año 2015, con 13 años, fue convocada a competir en el Torneo Nacional en la ciudad de Mar del Plata y fue finalista en los 50 y 100 metros, siendo ovacionada por todos sus compañeros del club y su entrenadora por tan excelentes resultados.
Su mejor estilo es crol y se destaca como velocista, ya que sus mejores marcas son en 50 metros y 100 metros, pero, igualmente, nada carreras más largas de 200, 400 y 800 metros, aunque no son sus preferidas.
Su tiempo libre casi no existe; además de la escuela, se hace tiempo para asistir a Seminario, hacer historia familiar, ir al templo todos los meses y trabajar activamente en su Progreso Personal.
Melanie dice: “Aunque muchas veces me siento cansada por el colegio y los entrenamientos, nunca dejo de hacer mis oraciones, leer las Escrituras y trabajar con Mi Progreso Personal. Me esfuerzo por tener buenas notas en el colegio y logré aprobar todas las materias”.
Logra su primer título nacional
En el año 2016 clasificó para participar en el Torneo Nacional de Verano en la ciudad de Córdoba, en el estadio Kempes. Estaba muy nerviosa. Sabía que estaba bien preparada pero también que a su lado había muchas nadadoras muy buenas y con más años de entrenamiento que ella.
Su madre cuenta: “Fue mucha la emoción cuando escuché su nombre por los parlantes, anunciando la etapa previa a su competencia. Vi angustia en sus ojos y su cuerpo temblaba. Le ofrecí apartarnos un poco y hacer una oración. Caminamos con mi esposo y ella hasta debajo de las gradas de la cancha de futbol y, en un rincón apartado, los tres nos inclinamos y yo ofrecí una sencilla oración pidiendo a nuestro Padre Celestial que Melanie pudiera nadar la carrera con confianza y con la seguridad de que ella podía hacerlo bien, ya que era para lo que se había preparado durante un año. Minutos después, ya en el momento de la largada, la vimos seria pero sin temblar y fue muy emocionante verla volar al agua con la fibra de campeona. Llegó primera con una sonrisa y sentimos tanta emoción que todos gritamos”.
Más tarde Melanie comentó: “Yo tenía esta meta y tenía muchas ganas de lograrla… Terminar y salir primera fue un gran gozo en mi corazón. Pude sentir que mi Padre Celestial me estaba mirando y dándome fuerzas para llegar bien. Estoy muy feliz porque pude cumplir mi meta.
Ese día subió al podio como campeona nacional de los 100 metros libres categoría cadete. Lejos de conformarse con el logro obtenido, día a día trabaja para superarse, al igual que sus compañeras.
Un año después, en enero de 2017, volvió a mostrar su liderazgo al ganar la misma competencia nuevamente, y además quedar subcampeona en la carrera de los 50 metros. Un nuevo logro.
Pude sentir que mi Padre Celestial me estaba mirando y dándome fuerzas para llegar bien…
Los comentarios están cerrados.