Fijar metas y perseverar en ellas
Debemos fijarnos metas con una perspectiva eterna que respondan a nuestro potencial y perseverar hasta alcanzarlas
Relato
En alas de águilas
(por el Pte. Dieter F. Uchtdorf)
El 17 de diciembre de 1903, se cumplió un sueño de la humanidad cuando Wilbur y Orville Wright realizaron el primer vuelo controlado y automatizado, durante el cual se recorrió una distancia de 37 metros —casi la mitad del largo de un avión jumbo 747— en unos 12 segundos. Eso es menos de lo que tardo en subir los escalones que llevan a la cabina del 747. Comparado con la capacidad de los aviones de hoy, fue un vuelo muy corto, pero en aquel entonces fue un logro que muy pocos consideraban posible.
Wilbur y Orville tuvieron padres que fomentaron valores educativos, religiosos y familiares.
Ambos hermanos habían padecido graves enfermedades y pasaron por etapas difíciles de problemas, incertidumbre y hasta desánimo, preguntándose si alguna vez tendrían éxito. Probaron diversas profesiones como impresores, reparadores y fabricantes de bicicletas y, por último, inventores de aeroplanos. A lo largo de su vida, siempre que escogieron un proyecto en el cual trabajar, se centraban en él y trabajaban en equipo.
Los hermanos Wright se comprometieron a hacer lo que nadie había hecho antes; dedicaron tiempo a prepararse. Eran humildes y lo bastante inteligentes para apreciar el trabajo de otros precursores y aprender de él; y abordaron los problemas línea por línea, precepto por precepto.
Descubrieron que había que cumplir tres requisitos para construir una máquina voladora práctica: primero, el piloto debería ser capaz de controlar el aparato; segundo, las alas debían generar elevación; y tercero, a fin de mantenerse en el aire, tendría que ser propulsada por un motor.
Habían definido sus metas y trabajaron con diligencia en ellas un día a la vez. Leonardo da Vinci dijo: “El que persigue una estrella no se da por vencido”.
Los mismos principios y requisitos se aplican a su propia jornada por la vida y hacia el destino que es la vida eterna. Es necesario aprender principios divinos y vivirlos mientras ustedes se preparan para elevarse en alas de águilas.
Tomado de Liahona julio de 2006
Conceptos para aplicar
- Debemos fijar metas en relación a nuestro potencial eterno
- Aunque surjan problemas, no debemos desanirmarnos
- Debemos aprender de la experiencia de otros
Escrituras
- DyC 67:13
- DyC 10:4
- Josué 24:15
Cita
“La batalla máxima de la vida se libra dentro de las silenciosas cámaras del alma. Un triunfo en el interior del corazón de un hombre vale cien conquistas en los campos de batalla de la vida. Ser amo de ti mismo constituye la mejor garantía de que serás el amo de la situación. Conócete a ti mismo; la corona del carácter es el autodominio”.
(Pte. Spencer W. Kimball, El milagro del perdón, págs. 239-240.)
“He conocido a grandes hombres y mujeres que, si bien tienen orígenes, talentos y perspectivas diferentes, comparten algo en común: se esfuerzan de manera diligente y continua por lograr sus metas. Es fácil distraerse y dejar de concentrarse en las cosas más importantes de la vida… Les insto a que examinen sus vidas; determinen dónde se hallan y qué precisan hacer para ser la clase de persona que desean ser. Cultiven metas inspiradoras, nobles y rectas que estimulen su imaginación y lleven el entusiasmo a su corazón. Después, manténganlas a la vista; trabajen constantemente hasta conseguirlas. “Si una persona avanza con confianza en la dirección de sus sueños”, escribió Henry David Thoreau, “y se esfuerza por vivir la vida que ha imaginado, alcanzará el éxito inesperado en horas comunes”.”
(Élder Joseph B. Wirthlin, Liahona mayo 2007, pág. 46
Himnos
Canciones para los niños
80 – Muestra valor
88 – Joven digno y hábil seré
Himnario
149 – Trabajad con fervor
153 – Oíd el toque del clarín
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